Si no entiendes mi silencio,
¿Cómo entenderás mis palabras...?

Mundo imaginario.

En las historias los ganadores ganan y los perdedores pierden. Los que aman, aman, y los que odian, odian. Todo el mundo está pintado en vivas pinturas en blanco y negro y, como resultado, no hay profundidad ninguna. Los personajes son tan delgados como las hojas que caen de los árboles en otoño y no pueden hacer nada contra el viento.
Tan solo intento escribir algo bonito, pero no puedo. El mundo se aferra a mis pies y luego se niega a soltarse. Mi imaginación está agobiada por la triste realidad. Quiero correr, cantar, saltar, llorar, reír, animar... Pero solo con palabras y papel. Y quiero que las personas se sientan indentificadas con lo que escribo. Quiero que mis escritos sean un mundo al que escapar.
Pero ahora estoy atrapado. Atrapado en este mundo lleno de árboles pequeños con los personajes delgados y con la pintura en blanco y negro. Un mundo plano, donde los ganadores siempre pierden, los perdedores siempre ganarán, los amantes siempre odian y los que odian siempre amarán.